Para entender los últimos 100 años del país mexicano es
necesario entender sucesos anteriores, como han podido ser sus diferentes
guerras como puede ser la de la independencia. El siglo XX en México comenzó
con la revolución. Díaz convocó a elecciones para elegir a su sucesor, y ganó
la fórmula compuesta por Madero y José María Pino Suárez del partido
anti-electoral. Sin embargo, Díaz no conocía el resultado de la votación. En respuesta,
Madero pidió un levantamiento armado a través del plan St. Louis. Al recibir la
llamada, en el estado de Morelos, respondieron Emiliano Zapata y sus tropas
indígenas que solicitaron la devolución de las tierras. Díaz finalmente
renunció el 24 de mayo de 1911. Siete días después, abandonó voluntariamente el
país, abordó el vapor Ipiranga rumbo a Francia y recibió un sable por la
reputación de Napoleón III como estratega militar. Murió y fue enterrado en
Francia. Mientras tanto, el Congreso nombró como interino al señor Francisco León de la Barra (porfirista), que entregó la presidencia a Madero en noviembre
de 1911. En febrero de 1913, Victoriano Huerta dio un golpe de Estado contra
Madero, a quien mandó asesinar junto con Pino Suárez en la "Decena Trágica",
y gobernó como dictador hasta 1914.
La llegada de los españoles a México supuso
un cambio drástico en la vida económica de esta área. Tras un periodo de
guerras y epidemias, se activaron nuevos elementos que alteraron la estructura
económica, consecuencia de que se adaptaron nuevos cultivos, se inició la
actividad ganadera y se introdujeron nuevas tecnologías procedentes de Europa.
La nueva economía tuvo su fundamento en la minería y las subsiguientes
exportaciones de minerales a Europa, que ha sido definida como una combinación
de una economía mercantilista -que se originó a partir de la inserción de la
zona en redes de relaciones globales con una economía de autoconsumo y de
trueque. Durante
el periodo borbónico se
vivió un cierto estancamiento económico y la guerra de
independencia agravó los
problemas económicos, destruyendo parte de la economía colonial mientras que la
producción minera y ganadera quedó paralizada. Se produjo una fuerte fuga de
capitales al exterior y se redujeron las exportaciones.
En cuanto a política económica se produjeron cambios. Durante
la revolución, la economía del país sufrió graves problemas. De hecho, la
producción agrícola se ha paralizado y las masas campesinas han abandonado el
campo y se han sumado a las filas del gobierno o de los revolucionarios. La
mano de obra se traslada del lugar de origen. Además, aunque el proceso
revolucionario no destruyó las fábricas, ciertos aspectos de la producción
industrial han decaído. En 1911, la producción industrial era de 71.000
toneladas; en 1921 la cifra era de 42.000. Sin embargo, hay algunos casos, por
ejemplo, la industria cementera produjo no menos de 50 toneladas, o algunas
empresas siguen creciendo, como Compañía Fundidora de Hierro y Acero de
Monterrey. Por tanto, la tarea de la política económica era consolidar los
equipos de producción. Sin embargo, los problemas que enfrenta el país son:
circulación de divisas insuficiente, escasez, escasez de alimentos y bienes de
consumo y actividades especulativas, que obstaculizan el desarrollo económico
del país. La industria del petróleo se encuentra en una situación difícil por
la falta de regulaciones que la regulen. La industria se basa en acuerdos
firmados por el Presidente y la Corte Suprema con compañías petroleras extranjeras,
y estos acuerdos se basan en las leyes de su gobierno. Como resultado, el
gobierno mexicano tuvo que abolir las normas constitucionales y por lo tanto no
pudo obtener recursos financieros suficientes para cumplir con sus
obligaciones. Por tanto, el presupuesto nacional es muy reducido.
El
gobierno estableció un departamento de petróleo para explorar y desarrollar
campos petroleros, pero en realidad, esto no es bueno para el país. El artículo
27 de la Constitución establece los derechos de propiedad pública y privada.
Tomando esto como referencia, Obregón determinó su política agrícola. Pero el
problema es que los viejos problemas todavía están muy extendidos: la
distribución de la tierra y la producción del campo. No existe infraestructura
y aún no se han construido proyectos de riego, presas, canales, caminos y otros
proyectos desarrollados para el país, por lo que el mayor porcentaje de
producción agrícola es estacional y solo se puede producir en el campo en días
de lluvia. Muchas tierras están abandonadas porque no son aptas para trabajos
agrícolas. Para ello, hemos aumentado la inseguridad en el
campo, la falta de credibilidad, la tecnología, etc.
Entre 1940 y 1980, la economía mexicana entró en un período
de "desarrollo estable", que siguió a la industrialización por
sustitución de importaciones (ISI), la reforma agraria y la nacionalización de
las industrias petrolera y ferroviaria. En la década de 1970, la economía
comenzó a desacelerarse, por lo que el gobierno decidió aumentar el gasto público,
lo que aumentó el déficit. En 1982 se produjo una "crisis de la
deuda", se suspendió el pago de la deuda externa, se devaluó el peso
mexicano y se nacionalizó el sistema bancario. A partir de 1986, la economía
comenzó a liberalizarse, se levantaron las restricciones comerciales, se
relajaron los controles sobre la industria, se privatizaron las empresas
estatales y se reformó el sector financiero. En 1994 entró en vigor el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte entre Estados Unidos, Canadá y México. A
partir de toda esta información podemos entender mejor su situación actual y
comprender su evolución hasta el momento.
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